El nearshoring puede contribuir de manera positiva a la industria de la vivienda, aseguró Enrique Quintana López, vicepresidente y director general de El Financiero, durante la Gira Territorial 2023 del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM).

De acuerdo con el experto, la llegada de empresas al país requerirá un desarrollo importante de inmuebles habitacionales, lo cual, representa una oportunidad para la producción de nuevas unidades. Sin embargo, consideró que esta industria no ha despuntado desde el 2015 y tuvo una caída significativa durante la pandemia.

“Tenemos una enorme demanda en México. Muchos jóvenes están entrando a la edad productiva y eventualmente podrían ser sujetos de crédito para adquirir una. También hay un mercado potencial de personas que buscan conseguir una segunda casa”.

En este sentido, puntualizó que la producción de hogares de enero a mayo de 2023 mostró una notable desigualdad entre estados. Según datos del Registro Único de Vivienda (RUV), Nuevo León aumentó en ocho mil 610 su número de nuevas unidades. En cambio, en Campeche se produjeron 11.

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La demanda de vivienda generada por el nearshoring será lenta, estimó el BIM. Cortesía: Pinterest

Por otro lado, añadió que los créditos hipotecarios, tanto los ofrecidos por la banca como los públicos, son insuficientes.

“No hay suficientes créditos y las tasas de interés en México empezaron a subir desde hace ya dos años aproximadamente. En el caso del CAT máximo bancario, está hasta en 28%, lo que excluye a un amplio segmento, pues su ingreso no les permite comprar”.

Nearshoring generará producción de vivienda, pero será lenta

En este contexto, Rodrigo Padilla, director del BIM, puntualizó que la demanda de vivienda generada por el nearshoring será lenta. “Hay que dejar pasar meses para que los empleos se vuelvan estables y tengan acceso a crédito. Estamos hablando de dos años a tres años”, aclaró.

Asimismo, declaró que la institución financiera trabaja para lograr producción inmobiliaria en todos los sectores, con el fin de permitir a cada empleado el acceso a un patrimonio.

“De los 12 mil millones que va a financiar el banco para 2023, el 25% está programado para construcciones de interés social”, señaló.

También estimó que se ha dejado de producir un número importante de viviendas en el país, alcanzando un rezago de hasta 200 mil unidades anuales.

“Esta situación generará más asentamientos irregulares. Para combatirlo debe haber más terrenos baratos y condiciones financieras menores para que sea viable la construcción social”.