Durante la primera parte del panel dedicado al desarrollo sostenible en Baja California, Carlos Lagos (Grupo LAGSA); Brian Tucker (Punta Brava) y Juan Pablo Arroyuelo (Armour Secure) hablaron de las oportunidades para generar nuevos negocios en la región, principalmente en el segmento turístico y de hospitalidad.

Carlos Lagos, fundador de Bruma, señaló que buscan ser una bandera mundial de sustentabilidad. “Estamos transformando los suelos, el uso de la basura y transformando nuestro DNA”.

La sustentabilidad no es una opción, creo que lo más importante para nosotros los desarrolladores es la certidumbre jurídica y creo que es un trabajo que tenemos que hacer, junto con el gobierno y los vecinos, presentar propuestas en beneficio del Valle de Guadalupe”, comentó en su primera intervención.

Por su parte, Juan Pablo mencionó que Valle de Guadalupe es un destino que cuenta con muchas oportunidades de desarrollo en el segmento de hospitalidad. “Creo que el challenge que nos hemos de encontrar nosotros como stringbuilder es alinear los tiempos de la demanda con los tiempos de la producción”. Por otra parte comentó que se observa un creciente interés de desarrolladores que eligen la región para dar vida a sus proyectos.

Al respecto, destacó que si bien es importante la atracción de nuevas inversiones, estas deben contemplar que lo importante es generar un bien para la comunidad, considerando el impacto social y ambiental en la región. En ese marco, mencionó que uno de los retos principales es la falta de agua.

“Parece que es muy fácil decir que nos hace falta agua, pero nadie está haciendo nada al respecto. Nosotros en Bruma, estamos reusando la basura, el agua que nosotros hoy estamos consumiendo de los pozos después la estamos regando, lo cual duplica nuestra capacidad y es lo que deberíamos estar haciendo todos”.

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Referente al mismo tema, Carlos lagos expresó que la sobre regulación también complica la planeación y desarrollo de proyectos, para los cuales existe en ocasiones cierto nivel de incertidumbre.

Es importante crear comunidad en Valle, trabajar juntos y con el gobierno, solucionar el agua, trabajar la auto regularización y darle certidumbre a los proyectos que realmente valen la pena y van a posicionar Valle de Guadalupe en el mundo”, aseguró.

Juan Pablo agregó que el reto número uno para las ciudades fronterizas de la entidad es que falta una cultura de hospitalidad. “El challenge es entrar al mercado y capacitar a la gente que antes estaba en el campo, antes estaba en una maquiladora que se sale para convertirse en capitanes de mesero, convertirse en gente de hospitalidad porque en muchos de los casos han duplicado su salario”.

En cuanto al tema hospitalario, Tucker expresó que este sector es esencial. “La hospitalidad aquí en México, debido a la cultura lo hacen muy bien. A diferencia, cuando vas a un restaurante en Coronado los trabajadores que están ahí tienen una actitud como de “date prisa, solo dime lo que quieres”. Por eso nos sentimos muy afortunados de estar aquí. Crearemos un bar de sushi, un buen restaurante y otras comodidades en el interior y tenemos la suerte de que este proyecto se encuentre en México y esté en Baja específicamente para la entrada de servicio”.

Juan Carlos detalló que en la región existen dos mercados de turismo fundamentales, el de turismo médico y el de trabajadores retirados. “De hecho, Tijuana es de los lugares top 5 del mundo para hacer desde endodoncia hasta implantes”, aseguró. En este sentido, comentó que se debe aprovechar la derrama económica de estos viajeros mediante el fortalecimiento de la industria hospitalaria que beneficiara a toda la entidad.

En su participación, Tucker también hizo un breve recuento de la creación de Punta Brava en 2008, uno de los campos de golf más importantes de la región, el cual ofrece una oferta inédita a las ciudades del norte del estado cuya demanda se ve reflejada no solo en quienes visitan el campo, sino quienes se hospedan en inmuebles de la región, visitan centros comerciales, etc.

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Desde el inicio, Tucker y su equipo reconocieron el potencial de la tierra con la que estaban trabajando. “La mayoría de los desarrolladores que están con nosotros consideran que tenemos un área súper especial, e incluso los arquitectos de golf, desarrolladores, planificadores maestros, arquitectos, paisajistas que van a esa propiedad, dicen que este debería ser el campo de golf más grande del mundo” comentó.

En la segunda sección del último panel del día, el Arquitecto Alejandro D’acosta compartió sus perspectivas respecto al desarrollo sustentable de la región. Destacó que no se trata de construir ciudades sino comunidades. En este sentido, puso de relieve que los indicadores económicos, por ejemplo de las ventas de unidades inmobiliarias, no son los únicos que determinan el éxito de un proyecto.

“Conozco proyectos que se han vendido muchísimo y que son tremendos fracasos porque la habitabilidad y la búsqueda de las cosas, como dicen, el living building challenge. El challenge es un sistema que se evalúa con los resultados y que es una búsqueda para tener el menor impacto posible”, especificó.

Aunado a ello, destacó que en Bruma, uno de los principios rectores se basa en respetar el entorno, en no destruirlo ni intervenir negativamente.

Los desarrolladores y la gente que genera negocios tienen que entender que los proyectos al final tienen que proteger la vida. Coincido mucho con la idea de que tenemos que hacer una comunidad y tenemos que hacer ciudad; no tenemos que hacer vivienda, tenemos que hacer comunidades”, afirmó.

Por otro lado, destacó la importancia de fortalecer la cultura social, la transparencia gubernamental y la ética personal que también aplica a los negocios. De este modo, es importante pensar en que el desarrollo es necesario pero no puede seguir una línea ilimitada, es decir, no construir donde habrá un impacto negativo.

Asimismo, destacó que a partir de la pandemia se podrá observar un cambio en la preferencia de los espacios. “Ahorita lo que estamos viendo, perdón, es la muerte de los centros comerciales, va a venir el renacimiento de los parques. Vamos a entender nuestra terraza, vamos a echarle agua a nuestra planta, vamos a entender y fijarnos quién es el vecino, vamos a cambiar la movilidad”.

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Del mismo modo, enfatizó la importancia de que todas las personas involucradas en el desarrollo inmobiliario sean cercanos a los objetivos del proyecto y la comunidad que generará, esto incluye a los futuros trabajadores. “Si entendemos que somos nosotros en cada una de nuestras acciones podemos decidir cada raya del ambiente y el impacto de las decisiones que tomamos desde el diseño inicial”, apuntó.

Por otra parte, comentó respecto a las regulaciones urbanas y de suelo, que es importante leer el contexto real de la tierra en la que se planea desarrollar. Lo anterior considerando que las decisiones que toman los actores del sector tendrán consecuencias y por ello es importante comprender de qué manera se puede mitigar el impacto ambiental desde las fases de diseño, construcción, etcétera, de los proyectos. “Yo creo que lo primero que habría que hacer es sensibilizar”, concluyó.

Esta es la quinta y última parte del artículo “REB+ Summit Baja California 2021” de la edición 126; descárgala aquí.

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